El Mundo Está En Bancarrota?
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Si hay tanto dinero, si los paises del mundo estan tan endeudados, entonces cual debiera ser el verdadero precio del oro?,
http://www.iahorro.com En este excelente artículo y facundia titulado “Petición para Rajoy… por si gana” donde Luis Aparicio nos ofrece una de cal y otra de arena, encomendándose a Santa Esperanza después de reconocer que el único remedio está de parte del tiempo y no del gobernante, me he inspirado para escribir mi propia perspectiva donde de nuevo intento ofrecer otro granito de realidad anti keynesiana.
La veo así porque me obligan los hechos y me lo ordenan los números de las matemáticas Austriacas que, al contrario de las Keynesianas, son verdaderas porque al final siempre descubren el tomate.
Según algunos círculos inteligentes, después de la mala subasta que los bonos alemanes sufrieron la semana pasada donde los políticos de aquel país le vieron las orejas al lobo, Alemania se conformaría con obtener un poder de “vito” que pudiera ser ejercitado para bloquear los excesos fiscales de los malos actores europeos, principalmente los periféricos.
Cambiados estos estatutos sin necesidad de referéndums ni monsergas, Alemania daría el visto bueno, o sea Merkel le guiñaría el ojo al Draghi del BCE para que este use las imprentas con la suficiente resonancia que cause una estampida de bonistas tan grande como para que corran dos bonistas por tres calles.
Como anticipo a este no muy distante quite, por si no fuera suficiente, los bancos centrales de EE. UU., China, Japón, Suiza, Inglaterra y otros utilizando la técnica del recorte de intereses de las líneas de intercambios bancarios por ventanilla hasta el 0,5%, han inyectado liquidez de dólares en los mercados, concretamente a la banca, extendiendo dicha liquidez hasta el año 2013. Esta acción coordinada es significativa porque demuestra la capacidad de los principales bancos centrales para colaborar, en lo que concierne a imprentas, hacia la meta de la recta final con el BCE.
Siempre he dicho que imprimir dinero sería la única solución para (temporalmente) solucionar los problemas que sufre Europa. Sin embargo, diabólicamente, las imprentas no resuelven el problema a mediano y largo plazo, al contrario, lo agravan -los alemanes lo saben muy bien porque en los últimos 100 años han renegado la deuda dos veces.
He ahí el dilema en que se encuentra Europa y la mayoría del resto del mundo –si pico mancho el pico y si no pico paso hambre. Las imprentas solamente crean burbujas que a su vez, hasta que explotan, crean espejismos de efímeras abundancias.
Entonces, los políticos, armados de pragmatismo que ya no existe, deberían ser sinceros con los pueblos y plantarle cara a la crisis ahora para evitar tener que entregar el pecho más tarde. Sin embargo, como no estamos hablando de una película de superhéroes sino de una realidad que representa todo lo contrario, lo mejor es darle una patadita a la piedra y cuando llegue al paredón, que se encargue el centinela de guardia.
Si damos un pequeño repaso al estado de cuentas de las grandes potencias económicas, empezando por Europa, hace ya horas que el tren pasó por la estación, y a carrera mediana y larga (quizás corta), ni Rajoy, ni Alemania, ni eurobonos, ni EFTF salvarán a “esta Europa” de esta crisis.
Después de la desperdiciada ocasión de haber disipado la crisis de forma eficiente y barata, solamente existen dos alternativas:
- Las imprentas de Draghi a las cuales Alemania se ha negado dar el brazo a torcer.
- Al final de los finales la restructuración de la deuda europea a la griega o peor, es la única alternativa viable.
Esta deuda europea no se paga porque no hay capacidad para acometerla. Usando las imprentas, esta sería pagada con dinero devaluado y los prestamistas perderían el poder adquisitivo correspondiente a la magnitud de la devaluación y alimentaria el fuego de la inflación. Reduciendo la deuda y obligando a los prestamistas a renunciar al 50% (o más) de sus capitales, empobrecería el continente, arruinaría la banca y derrumbaría todas las economías puesto que el dinero de los ahorradores misteriosamente se esfumaría sin ser reciclado para crear crecimiento, puestos de trabajo, nuevas empresas y en conclusión más riqueza. Veamos el porqué:
A nivel global, en los últimos 5 años la deuda ha aumentado de $80 trillones (escala corta) a $210 trillones. Durante los últimos 9 años, mientras el producto global bruto ha aumentado un 4% anual, la deuda global ha crecido un 12% anual.
Con relación al tamaño de la economía global, la deuda mundial se encuentra en los niveles más altos de la historia de los tiempos de “paz”.
Para los que piensan que Alemania es la panacea, Alemania tiene una deuda del 81% del producto nacional bruto y aún no ha recapitalizado la banca -el apalancamiento de los bancos europeos es tres veces mayor que el de los bancos de los Estados Unidos.
Suponiendo que Alemania pudiera (no puede) sacar las castañas del fuego de la periferia, al cabo de equis años la situación volvería a repetirse y Alemania se encontraría en la misma situación o peor. Para evitar la repetición del presente en el futuro, la situación requeriría que prácticamente toda Europa cediera importantes soberanías a la percepción Alemana, lo cual es improbable y casi imposible de orquestar.
Los políticos de los países periféricos así como los que idiosincráticamente son diferentes de la mentalidad alemana, perderían credibilidad ante sus pueblos y las protestas, huelgas y odios, como han demostrado los Griegos, serian dirigidos hacia Alemania. Las tensiones se acumularían y aumentarían hasta la ruptura o incluso podrían llevar a repetir las guerras de antaño que no están tan lejanas puesto que algunos vetustos todavía las recuerdan.
La hoja de balance financiera de Japón es la peor del mundo y el descenso demográfico también, puesto que la emigración es prácticamente inexistente. En los últimos 4 años Japón ha perdido 3,5 millones de población y durante los próximos 4 años perderán otros 27 millones adicionales. La deuda de Japón excede todos los activos privados de su población, los cuales son aproximadamente $13,5 trillones. El gobierno fulmina el 50% de los impuestos cobrados para pagar los intereses de la deuda. Teniendo en cuenta que pagan intereses ínfimos por sus bonos, si los mercados por temor al impago y con relación al riesgo obligaran al gobierno de Japón a pagar un 2% por encima de lo que ahora pagan, los intereses de la deuda consumirían todos los ingresos de los impuestos nacionales – cuando los mercados comiencen a oler la chamusquina de la pirámide y empiecen a apretarle las tuercas al imperio, este se derrumbará – Japón es una bomba de relojería, posiblemente sea el siguiente foco de malestar mundial.
En Estados Unidos, la hoja de balance financiera de la FED es de $3 trillones (la del BCE, contando los repos, es casi idéntica). Antes de la crisis, el total de dinero en circulación de los estados unidos era de $1,8 trillones. Los déficits comerciales son insostenibles y los déficits presupuestarios también. Los políticos no se ponen de acuerdo ni para recortar un centavo de ningún votante que no pertenezca al partido contrario. Las obligaciones del gobierno por las promesas del estado de bienestar alcanzan los 70 trillones que no existen ni existirán.
Las imprentas ahúman para contribuir al deterioro del medio ambiente y el humo llega hasta China para advertirle que no cobrará sino un diezmo en poder adquisitivo de las reservas que tiene invertidas en bonos de los Estados Unidos. En su momento, el mundo hará huelga contra el dólar y se resignará a tomar la última medida, la de la salvación, la medida dorada.
Quería haber escrito algo acerca de los problemas que confrontan a China, que no son pocos. Porque no son pocos, y porque se me ha acabado el tiempo y el espacio, os dejo con una cita (más que apropiada para este articulo) de mi amigo y gurú Bill Fleckenstein: Podría haber una remota posibilidad que el BCE no haga lo que el mundo le exige y que Europa colapse de forma desordenada, lo cual alteraría un tanto los trazos del mapa económico. “Sin embargo, podemos tener por seguro que el mundo de las imprentas por el que navegamos cada vez a más velocidad y que no solucionará los problemas sino lo contrario, será un mundo totalmente diferente al mundo que ahora conocemos y amamos.”
Escrito por Antolín Blanco, editor de Mercados y Burbujas y experto de iAhorro.com